Arquitectos Proyecto y Dirección de Obra | Alejandro Navarro Merino Gianna Mossenta Martín Felipe Nogal Bravo |
Arquitecto Técnico | Luis Carlos Viviani Alonso |
Colaboradores para la estructura | INDAGSA (en fase de proyecto) HCA (en fase de obra) |
Colaboradores para Instalaciones | Euring Ingenieros |
Situación | Camino de Perales – C. Corindón – C. Oligisto Parcela R-11 “La Perla” Madrid |
Cliente | EMVS Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid |
Empresa Constructora | FCC Construcción, S.A |
Maquetas y fotografías | Navarro-Mossenta-Nogal Arquitectos S.L |
Fecha de Concurso | Noviembre 1997 |
Fecha de Proyecto | Enero 1998 |
Fecha de comienzo de las obras | Noviembre 1999 |
Fecha de fin de obra | Agosto 2003 |
Superficie construida | 12.635 m² |
RESUMEN
(LEMA CONCURSO DE IDEAS: BOÎTE Á MIRACLES)
Una volumetría nítida, el prototipo del contenedor espacial expresamente buscado: un paralelepípedo, caja de geometría estricta, esencial.
Piel analógica de una marquetería arquitectónica, modular, de prefabricados de hormigón y huecos verticales integradores del oscurecimiento y la calefacción, cuya disposición y movimiento expresan la autonomía del cerramiento, confiriendo la significación externa del espacio que encierran.
Nítidas también las viviendas, piezas de escueta formalización y clara unidad tipológica, de correspondencia vertical y continuidad horizontal en bandas de servicios y estancias.
El contacto con el terreno no se produce de forma casual.
Los fosos longitudinales abren la luz al bajo rasante, permitiendo guardar una distancia de respeto frente a las viviendas de planta baja.
Un talud separador del viario principal nos permite crear nuestro propio paisaje, un buen «brise soleil» vegetal al oeste.
La caja, en su natural vocación por completarse como silueta prismática, procura la integración volumétrica de la crujía del patio y de los retranqueos del ático.
Lo primero, estableciendo un cierre estructural, una cubrición virtual configurada por diafragmas que difundan la luz hasta alcanzar las primeras plantas. Lo segundo, mediante la continuidad del cerramiento de fachadas en las terrazas.
UN CONTENEDOR ESENCIAL
Una volumetría nítida, el prototipo del contenedor espacial expresamente buscado: un paralelepípedo, caja de geometría estricta, esencial.
Piel analógica de una marquetería arquitectónica, modular, de prefabricados de hormigón y huecos verticales integradores del oscurecimiento y la calefacción, cuya disposición y movimiento expresan la autonomía del cerramiento, confiriendo la significación externa del espacio que encierran.
Nítidas también las viviendas, piezas de escueta formalización y clara unidad tipológica, de correspondencia vertical y continuidad horizontal en bandas de servicios y estancias.
El contacto con el terreno no se produce de forma casual.
Los fosos longitudinales abren la luz al bajo rasante, permitiendo guardar una distancia de respeto frente a las viviendas de planta baja.
Un talud separador del viario principal nos permite crear nuestro propio paisaje, un buen «brise soleil» vegetal al oeste.
La caja, en su natural vocación por completarse como silueta prismática, procura la integración volumétrica de la crujía del patio y de los retranqueos del ático.
Lo primero, estableciendo un cierre estructural, una cubrición virtual configurada por diafragmas que difundan la luz hasta alcanzar las primeras plantas. Lo segundo, mediante la continuidad del cerramiento de fachadas en las terrazas.
ORGANIZACIÓN DE LA PROPUESTA
El edificio se concibe desde unos criterios de máximo aprovechamiento y racionalización de la superficie edificada, tanto para las viviendas, como para la resolución de los núcleos y las superficies comunes de acceso.
Se propone un modelo de vivienda igualmente racional en su disposición y en su resultado formal; capaz de variar sus dimensiones a partir del mismo esquema funcional, fácil de agregar, secuenciar y/o combinar desde una modulación estricta, que se refleja en la fachada y en el resultado global.
Las 115 viviendas (25 más de las que se propusieron inicialmente en concurso) se alinean según dos bandas paralelas y simétricas de 7.25 m de anchura, que se completan en los testeros para conformar un espacio interior abierto de dimensiones generosas – franja de 7.5 m de anchura – lo que permite iluminar y ventilar todas las piezas de las viviendas de forma natural .
En este espacio interior se ubican los tres núcleos de comunicación vertical (ascensores mas escalera) que delimitan dos patios.
En planta baja los portales se asocian a cada uno de estos núcleos, abriendo accesos al central por los dos lados mayores.
Las diferentes piezas de las viviendas se agrupan según dos bandas paralelas de usos especializados, nítidamente delimitadas y orientadas:
La distribución de las viviendas en el edificio sigue lógicamente este mismo esquema de bandas, disponiendo en cada una de ellas y en sus extremos 2 viviendas de 3 dormitorios y 2 viviendas de 2 dormitorios. Permitiendo la mayor flexibilidad combinatoria en la zona central, donde se intercalan dos viviendas de un dormitorio sustituyendo una de 4 dormitorios en plantas 6, 7 y 8.
Los testeros alojan, exclusivamente, viviendas de 2 dormitorios.
El esquema se adapta en las plantas singulares: la planta baja, donde desaparecen las viviendas de los testeros para dejar sitio a portales y cuartos de instalaciones. En planta ático, queda afectada por el retranqueo obligatorio a lo largo de más de la mitad de la fachada, permitiendo disponer dos viviendas de 4 dormitorios más una vivienda de 2 dormitorios, por cada testero.
En el proyecto básico, como ya hemos dicho, y a instancias de la emv, al no haber agotado la edificabilidad de la parcela y aun con el máximo número de viviendas establecido en concurso se aumenta este número a 115 lo que lleva a una nueva regularización que se plasma sobre todo en una rigurosa dimerización de las tipologías, a la vez que se aumenta la altura total del edificio de 8 a 10 plantas.
Los aseos y cocinas se agrupan horizontal y verticalmente para simplificar las instalaciones de suministro de agua limpia y saneamiento.
Junto con las restantes instalaciones de electricidad y datos, se agrupan en montantes especializados asociados a los núcleos verticales de comunicación, registrables por planta y con recorridos mínimos. El control necesario mediante contadores, de cualquiera de estos suministros y otras instalaciones de apoyo, se disponen en locales específicos, con entrada independiente y propia desde la calle y portal.
En las viviendas, los espacios de distribución son mínimos y asociados siempre a los dormitorios, contando con doble circulación a través de salón o cocina.
Buscando la mayor optimización de usos y superficies se proponen comedores de transición entre los espacios de cocina y salón, que permiten liberar para otros usos esta última pieza y mejorar el rendimiento de la cocina.
PIEL MODULAR
La estructura arranca bajo rasante en hormigón armado, empleando soportes de hormigón. El cerramiento es a base de paneles prefabricados de hormigón.
La concepción modular del cerramiento pretende aprovechar las posibilidades que nos brinda hoy la industria en cuanto a optimización de costes, rapidez y calidad de ejecución, controles de fabricación, tolerancias, etc.
La solución adoptada busca reducir la casuística de las soluciones constructivas, en cuanto a número de paneles distintos a emplear, menor incidencia de las juntas en el montaje, etc.
Así, el módulo del hueco, de 0.80 m y la distancia entre forjados de 2.60 m, definen las dimensiones de referencia de los paneles, haciendo además coincidir las juntas verticales con los huecos, concibiendo estos como unos paneles más, aunque especializados en cuanto a las funciones que deben prestar.
Contamos genéricamente con tres tipos de paneles opacos, prefabricados de hormigón: de banda ancha 1.60 m, de banda estrecha 0.80 m, y perforado (en los testeros de la edificación para iluminar cocina-tendedero).
Son sencillos o dobles según la pieza a la que sirven o su posición en fachada.
En el proceso de obra y tras diversos y arduos avatares en la relación con la constructora se introducen cambios fundamentales como la desaparición del carácter “portante” de los paneles, que en el proyecto de ejecución original eran estructurales y no solo de cerramiento, dando lugar a la introducción de pilares de hormigón en los perímetros de las plantas, desdibujando la “limpieza” de las crujías en las que inicialmente cerramiento y estructura eran la misma cosa. La altura de paneles también se modifica para ser de doble altura cubriendo dos plantas a un tiempo, agilizando los plazos de montaje a la vez que mejorando la lectura del despiece y la escala del edificio desde fuera, tratando de amortiguar la alteración de la proporción inicial del volumen al que se le habían incorporado dos plantas más. En los acabados de los paneles se utilizaron dos tipos: fachadas sur y este en hormigón blanco, lados oeste y norte en hormigón gris, intentando enfatizar el volumen.
Los núcleos acristalados del interior hacia los patios se simplificaron eliminando despieces de carpintería un tanto superfluos, ampliando la continuidad de los paños acristalados, y se dejó vista su estructura, en este caso metálica cerrando las zonas opacas con paneles de acero. Los interiores de estos tres núcleos se cubrieron de color: rojo, amarillo, o azul para identificar cada portal y amortiguar así la frialdad de la regularidad recta y acabado blanco-gris de los cerramientos.
Se mantuvo el cierre superior de los patios con las cerchas-planchas de aluminio perforado para cerrar el volumen inicial y “capturar” el sol tratando de conducir la luz hacia las primeras plantas.
En el camino ha quedado la propuesta de urbanización aneja a la parcela, que planteaba un pequeño talud artificial alineado con la fachada oeste, con una plantación de chopos lombardos como “brisoleil” natural.
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